domingo, 7 de junio de 2015

Reflexión de Junio...

La vida deja, poco a poco, de ofrecerme sorpresas... Cada deseo, cada impresión, comienzan a basarse en un desgano absoluto. No pareciera serlo en primera instancia pero se van sucediendo los días, como la caída de las hojas de otoño, que flotan hacia su muerte de manera pausada, impasibles, ante  lo que se sucederá... La vida misma.
Tengo un poco de incertidumbre acerca de lo que el futuro me depara. Y... ¿Por qué no decirlo? Miedo. No a morir: eso lo he aceptado desde hace tiempo. No a morir solo... La soledad me ha pasado factura de una manera cruel pero consiente. No. Es acerca de tener que vivir un dia tras otro viendo como mis sueños se desvanecen. Y es de esa forma -muy probable es que alguien diga que me acerco a la crisis de los cuarenta años, así como lo dijeron acerca de los treinta y como seguramente sera la de los cincuenta, etc.- que me adentro en el túnel. No temeroso de lo que venga sino de no tener adrenalina en el cuerpo cuando llegue el momento de confrontar a la gran bestia...

No hay comentarios:

Publicar un comentario