jueves, 8 de enero de 2015

El pulso responde...

El pulso responde cuando el corazón late...
el corazón late cuando la pasión aflora...
la pasión aflora cuando el amor estalla...
el amor estalla cuando la mirada llora...

Tu mirada llora de amor, es la savia
que provoca que mi corazón lata de prisa
por cuanto mi pasión solloza, provocativa
y mi pulso se detiene, grita, llora...

El puso mata cuando se detiene,
cruel pasión del cuerpo hacia la vida,
amor infinito que se desvanece,
corazón que aflora cuando el animo canta...

miércoles, 7 de enero de 2015

The faint dance of desire...

He slowly removes her clothes, as she closes her eyes and feels his livid grow. That warmth that rises slowly from her pussy until her cheeks redden. Raise your arms out to her blouse, revealing those, well shaped, upright, skin-small breasts every touch, which causes a small electric convulsion, causing a muffled interspersed with a short groan, laugh full of pleasure . He knows and is dedicated for a moment to kiss and lick the bust, first stop of pleasure that have long desired and now, in this place, that park alone can search. They had been there a while and no soul had peeked at that time. And then the blush was telling the time until I explode with a desperate kiss, full of passion.
Then drop your arms awkwardly trying unsuccessfully her bra. She lets out a small laugh and a bit of its lethargy easily unzips what it cost him both without achieving any result, when all the time as saying "silly, let me". The yields and blush, embarrassed. A kiss tells you to move on, that should not stop. Then resumes with gentle pace, taking and caressing her breasts. She closed her eyes, can only feel every sensation. Every touch, every kiss him, direct to your skin, it causes an indescribable sense of joy. Never someone had touched as well. She loved him, it was true, but now the pure pleasure, a passion that seemed insane, ruled his mind, inducing to think things sane probably not even think. This was just an extraordinary warmth. And he did not mind in the least. The sense of danger that anytime someone could see them, maybe call a patrol, had excited as never before. And she was willing to give in, even if it was only once all these adventure that was happening deliciously.
But the violent spasm that shook like that, when I come to her sex and her tongue began to explore every inch, shook. That I do not know.What a terrible joy!What a pleasure felt now! and his hands took her hair, pulling all he could for her. She wanted him inside. I wanted to feel it, but could not get rid of such impressions. The effect of his tongue on her clit gave her things, her mind was completely blank, as if ready to receive whatever he may cause.
And he knew it. You could read well the head, the next step left in an absolute ecstasy: Unable to resist more and maybe skipping the pleasure of a blowjob to her prize could have offered, simply got up, grabbed her firmly by the waist and high back and pulled towards you, pooling their sexes and before he could respond with pleasure and without leaving your head as a powerful orgasm, born of sudden change, entered her, causing her close to again her eyes as she hugged him. The bench was just perfect: I had the perfect height for the knees still could accommodate sex inside her, thrusting aggressively, but taking over of the latter a rather slow, rhythmic swing. And only the moans of both the interlaced sweat, one twisted body in the purest form of carnal bliss, formed in an endless spiral of delicious pleasure: irrepressible avatar of the craziest desires clashed irreversibly tied up for a while and place outside if: this was at this time his love. No they did: it was already there and we only molded to the motion of her hips.
How will dance lasted? Only they would know the end. The final orgasm, shared, made them do their heads back simultaneously while trying to unravel every sensation and enjoy it more intensely. She was leaning heavily on banking, while panting heavily; every ounce of strength left him now while his will a moment relaxed. I wanted to say so many things. But he could not. All that love had just demonstrated that a purely carnal act, but it evoked an analogy with what your heart and it felt mutual form.
I slowly stood up. He was very tired, but it was worth it. I had never communicated with anyone like that, just actions. With the body. With a longing, a desire which robbed the will to fight. Only he had to do something. That moment would go with forever ...

La tenue danza del deseo (I)...

Él le quita lentamente la ropa, mientras ella cierra los ojos y siente su lívido crecer. Ese calorcito que va subiendo lentamente desde su sexo hasta enrojecer sus mejillas. Levanta los brazos para que la blusa salga y deja al descubierto esos pechos pequeños, bien formados, erguidos, a flor de piel cada toque, que le provoca una pequeña y electrizante convulsión, provocándole una risa ahogada entremezclada con un gemido corto, lleno de placer. Él lo sabe y se dedica por unos momentos a besar y lamer ese busto, primera parada del placer que tanto han deseado y que ahora, en ese lugar, ese parque solitario, pueden buscar. Llevaban allí un rato y ningún alma se había asomado en ese tiempo. Y entonces el rubor fue indicándoles el tiempo hasta que estallo con un beso desesperado, lleno de pasión.
Entonces sus brazos intentan torpemente soltar, sin éxito, su brasier. Ella suelta una pequeña risa y saliendo un poco de su letargo desabrocha fácilmente lo que a él lo costó tanto sin lograr resultado alguno, viéndolo todo el tiempo como diciendo “tontito, déjame a mi”. El cede y se ruboriza, apenado. Un beso le indica que debe seguir adelante, que eso no lo debe detener. Entonces reanuda con  suave ritmo, tomando y acariciando sus senos. Ella, cerrados los ojos, solo puede sentir cada sensación. Cada roce, cada beso de él, directo a su piel, le produce una sensación inenarrable de gozo. Jamás alguien la había tocado así. Lo amaba, era cierto, pero ahora el placer puro, una pasión que se antojaba insana, gobernaba su mente, induciendo a pensar cosas que seguramente en su sano juicio no pensaría siquiera. Esto solo era una calentura extraordinaria. Y no le importaba en lo más mínimo. La sensación de peligro, de que en cualquier momento alguien pudiera verlos, tal vez llamar a una patrulla, el había excitado como nunca antes. Y ella estaba dispuesta a abandonarse, aun cuando fuera una sola vez, a toda esa aventura que se estaba sucediendo de manera deliciosa.

Pero el espasmo violento que la movió de esa forma, cuando el llego a su sexo y con su lengua comenzó a recorrer cada centímetro, la sacudió. Eso no lo conocía. ¡Que terrible gozo! ¡Que placer sentía ahora! ya sus manos tomaban su cabello,  jalando lo más que podía hacia ella. Lo quería adentro. Quería sentirlo, pero no podía desembarazarse de tales impresiones. El efecto de su lengua en su clítoris le producía cosas, su mente estaba completamente en blanco, como si estuviera preparado para recibir todo lo que él pudiera causarle.
Y él lo sabía. Podía leerle tan bien la cabeza, que el siguiente paso la dejó en un éxtasis absoluto: Sin poder resistir más y saltándose quizá el placer de alguna felación que ella en premio pudiera haberle ofrecido, simplemente se levantó, la agarro con firmeza del talle y la parte alta de la espalda y la jalo hacia si, juntando sus sexos y sin darle tiempo a responder y con el placer sin salir de su cabeza en forma de un potente orgasmo, nacido del cambio tan brusco, la penetró, provocando que ella cerrara de nuevo sus ojos mientras lo abrazaba. La banca simplemente era perfecta: tenia la altura perfecta para que el, de rodillas todavía, pudiera acomodar su sexo dentro de ella, arremetiendo de forma agresiva, pero tomando con el paso de los segundos un vaivén más bien lento, rítmico. Ya solo los gemidos de ambos, el sudor entrelazado, un solo cuerpo retorcido en la más pura forma del gozo carnal, se formaban en una espiral interminable de delicioso placer: avatar incontenible de los más locos deseos que chocaban irreversiblemente, maniatados por un tiempo y lugar fuera de si: este era en este momento su amor. No lo hacían: ya estaba allí y solo lo moldeaban al compás del movimiento de sus caderas.
¿Cuanto habrá durado la danza? Solo ellos lo sabrían al final. El orgasmo final, compartido, los hizo hacer sus cabezas hacia atrás, simultáneamente, mientras intentaban deshilachar cada sensación y disfrutarla más intensamente. Ella se recargaba pesadamente sobre la banca, mientras el jadeaba intensamente; cada gramo de fuerza lo abandonaba ahora, mientras su voluntad se relajaba un momento. Quería decirle tantas cosas. Pero no podía. Todo lo que la amara acababa de ser demostrado en ese, un acto puramente carnal, pero que evocaba una analogía con lo que su corazón y el de ella sentían de forma mutua.
Se levanto poco a poco. Se encontraba muy agotado, pero todo había valido la pena. Jamás había comunicado con nadie de esa forma, con solo acciones. Con el cuerpo. Con un ansia, un deseo que arrebataba las ganas de luchar. Solo le quedaba por hacer algo. Ese instante se iría con el por siempre…

domingo, 4 de enero de 2015

Sobre como veo y vivo la amistad...

Acabo de leer una carta que, realmente no recuerdo si leí cuando me la enviaron, en aquel lejano 2010 y si la respondí o debatí sobre ella. Y hoy, encontrándomela casi cinco años después, me surgen una serie de reflexiones , alimentadas con todo este tiempo en que han sucedido cosas terribles en ese rubro para mi. Así que haré una especie de ejercicio de responderla, ya tomando en cuenta todos estos años y mi visión actual sobre la amistad...
Soy una persona difícil de tratar. Esa es una realidad para muchísimas personas porque tiendo a escoger con quien ser buena gente y con quien ser un patán. Lo que la mayoría desconoce, aunque a muchos ni les interesa en realidad y otros ya se lo imaginan, es que hay una serie de razones por las cuales tengo una gigantesca armadura, de la cuál ya muchas personas, principalmente mujeres, lo han visto y hablado de ello. Y es esa realidad la que me permite ser tan duro conmigo y con las personas. Pues aunque muchos digan que no es cierto, he sido juzgado muy duramente por mi forma de ser por muchísima gente desde que era un niño. He sido objeto del prejuicio de las personas que, sin embargo, critican duramente mis propios prejuicios sin fijarse en los suyos. Y eso me dolió durante tanto tiempo, que fui construyendo, tal vez sin proponermelo, una coraza de las lagrimas calcificadas que fui llorando cada año.
Eso me ha motivado más de lo que muchos creen. Y con el transcurso de los años he ido endureciendo mi política de amistades, porque la mayoría de las personas -no todas, que quede bien claro- no valen la pena. Así de fácil. Y para muchas personas yo no valgo su esfuerzo. Y el mundo esta bien por ello. Porque todos creemos que hacemos las cosas bien y de verdad, que el cinismo y la falta de vergüenza de muchas personas las hacen creer que todo lo que hacen esta bien, que es lo que sale, que no hay forma de cambiarlo, que ni modo. Yo he hecho cosas malas, nunca lo he negado, pero trato de enmendar mis errores ahora. Pedir disculpas cuando lo merece la ocasión. Cambiar cosas que están mal. habra quien diga que qué cómodo, que hasta ahorita. Pues no: ya he hecho muchos cambios en mi vida desde hace cinco años, cuando personas que se decían mis amigos me marcaron para mal de por vida. Ya no me interesan las "amistades" de papel: aquellas que se basan solamente en el trato cotidiano, porque eso no hace amistades de verdad: prefiero aquellas honestas, que se basen en un por siempre. Pero sobre todo, preferiré aquellas cuya lealtad sea incuestionable. Porque es este el valor que mas se desprecia en las amistades, con la justificación de que "el también es mi amigo" o el "mientras conmigo no se meta" o el "mientras  lo que piensas no afecte mi modo de vida". Yo quiero amigos que den todo -claro, dentro de lo permisible, tampoco se trata de pedir imposibles- por mi, así como yo doy todo por ellos. Y que me lo exijan a mi por igual. Amigos que, dentro de diez, veinte, treinta años, pueda seguir viendo y que no importa si se casaron, si tuvieron hijos, que nos sigamos viendo pero, sobre todo, que yo sea parte integral de sus vidas. Y ellos serán parte integral de la mía. Deseo lo que he visto en muchas otras personas que yo no he tenido. Personas que puedan defenderme de quien atente contra mi o los míos. Amigos de verdad, no conocidos ocasionales. Y estoy consciente de que no todos piensan como yo, es mas: no quiero obligar a nadie a hacer algo que no quiera. Todos son libres de hacer lo que deseen, así como yo. Quien quiera luchar por mi, gracias. Hagamos brillar al mundo. Quien no, que Dios lo bendiga y a seguir cada quien su camino. Y a aquellos que ya son parte de mi vida desde la Secundaria: este año si tengo este propósito: decirles, a cada uno, lo que valen para mi y mi deseo de amistad para ellos y para mi. Que los deseos se cumplan...