domingo, 6 de marzo de 2011

Espejismos II

Y sin embargo te sigo amando, con toda la tempestad del recuerdo de tu mirada. Mientras mi vida se marchita, llegando de joven al otoño de mis deseos, sale a la luz una y otra vez tu memoria. Y te echo tanto de menos, que en cada mujer encuentro una parte de tí. Y deseo verte, sabiendo que eso no podrá pasar, pues el destino en el que tanto creo te pasó a mi lado para mostrarme aquello a lo que jamás podré aspirar: tu amor. Y de paso cercenó mis deseos de amistad al mostrarme a mi asesino...

No hay comentarios:

Publicar un comentario